¿Bambú o plástico?
El papel y el plástico, el bambú es un material biodegradable, compostable y con unas propiedades excepcionales. No necesita ni fertilizantes, ni pesticidas, ni riego para su cultivo y normalmente produce un 30% más de oxígeno que otras plantas. Es una alternativa perfecta al plástico en muchos usos.
El bambú formaba parte de la vida y la cultura del pueblo asiático, y sigue haciéndolo, en forma de suministro de materiales de construcción, la música, la calefacción, la ropa o el mobiliario y la alimentación. Ahora, en occidente se está extendiendo su uso como alternativa natural al plástico.
- Crece rápido: el bambú es la planta tipo madera que crece más rápido del mundo. Puede crecer hasta 61 cm (casi 24″) al día. Puede cosecharse en apenas tres a siete años, mucho más rápido que las maderas duras. Esto hace que el bambú sea altamente renovable y una gran alternativa a las espumas, cartones corrugados y la pulpa de papel moldeada.
- Es fuerte y durable: al igual que el acero, el bambú puede soportar mucho estrés cuando se estira o jala, y es por eso que se usa para botes, construcción, andamiaje y otros artículos que requieren fuerza y flexibilidad. Ya que es tan resistente, sabemos que puede proteger sus equipos tecnológicos efectivamente.
- Es amigable para el ambiente: el bambú ayuda a promover un suelo saludable. Además, el empaquetado de bambú es biodegradable y se puede convertir en compost después de usarlo.
Aparte de se totalmente biodegradable si el bambou que se utiliza esta cerca de las instalaciones donde se desarrollan los productos o el embalaje se reduce la huella de carbono.
Utilizar menos plástico parece tarea imposible en unos tiempos en los que este material alcanza todos los espacios de nuestra vida cotidiana. Reducir su consumo ya no es una opción. El plástico que inunda nuestros mares es el que pasa por nuestras manos a diario. Replantear nuestros hábitos y prácticas es la única solución a un problema insostenible para el que no existe un plan B.
Más allá del abrumador reto, te aseguramos que vivir sin plástico es mucho más fácil (y económico) de lo que parece. Para facilitarte la tarea, hacemos un repaso por algunos de los objetos de plástico más habituales en nuestro día a día y sus alternativas más ecológicas.
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